Tras varios días ausentes por aquí -demasiados, quizá- vuelvo a darme un paseo por este blog que nació con la única y exclusiva intención de matar el gusanillo del periodismo mientras mi situación laboral no me lo permita hacerlo de otra manera. Un espacio que fue recibido por todos con mucho agrado y que, por sorpresa para mí, tuvo una gran repercusión con su primera entrada, sobre el ofrecimiento de Kenan Karaman a Sevilla FC y Getafe, entre otros clubes.
Tras unos días de dudas al respecto por cuestiones que no vienen al caso, creo que no hay mejor oportunidad para volver a este rincón que para analizar #ElGranDerbi que este pasado jueves disputaron en el Sánchez-Pizjuán el Sevilla FC y el Real Betis, con motivo de la vuelta de LaLiga tras el parón por la covid-19.
- A grandes rasgos, podría decirse que la ‘nueva normalidad’ del fútbol es cualquier cosa menos normal. Y no me refiero sólo a la ausencia de público en las gradas, que también. Tanto o más artificial son para mí los cinco cambios que ahora se permiten. Me explico, pues la medida me parece coherente -y necesaria- desde el punto de vista físico, pero también hace que el fútbol actual sea otra cosa. Algo más parecido a una pretemporada que a un final de LaLiga.
- Purismos al margen, y centrándonos en lo que sucedió sobre el campo, cabe destacar que el Sevilla FC fue claro vencedor de #ElGranDerbi. Bastante superior al Betis durante prácticamente la totalidad del encuentro, los de Heliópolis demostraron seguir en Estado de Alarma. Y es que, en mi opinión, poco habría distado el partido de haberse disputado hace tres meses, antes de que arribara la pandemia.
- Poco han cambiado los equipos desde entonces, más allá de los cambios en el once inicial exigidos por el guion y los estados físicos de los diferentes jugadores.
- Con respecto a los once de uno y otro equipo, me llamó la atención la presencia de Munir, en el nervionense, y de Aleñá en el verdiblanco; a la vez que no me sorprendió en exceso la ausencia de Éver Banega, más allá de que pudiera corresponderse en parte, también, por su estado físico. El hispano-marroquí, aunque sin grandes alardes, creo que aprovechó la oportunidad brindada por Lopetegui tras unos cuatro meses sin rascar bola -hablo de cabeza, pero juraría que no lo hacía desde el partido de Copa ante el Mirandés, cuando quedó señalado por el técnico vasco-. Su futuro como sevillista, a buen seguro, dependerá de estas once jornadas; el primer cartucho, parece haberlo quemado con éxito. Algo parecido ocurre con Aleñá, a quien el Betis gustaría retener una temporada más, pese a cumplir su cesión. Las circunstancias actuales así lo recomiendan, aunque el catalán sacó mucho menos provecho -por no decir ninguno- de su titularidad.
- A destacar, Diego Carlos, Koundé, Fernando y Lucas Ocampos por el Sevilla FC, mientras que en el Betis... Unos diez minutos de Joaquín, quien a su edad fue el único que levemente intentó ponerle algo al ataque verdiblanco cuando saltó al terreno de juego.
- Mucho tiene que cambiar el Betis de Rubi en estas diez jornadas que restan, pues en #ElGranDerbi estuvo demasiado corto sobre el césped; más que un fandango. Las estadísticas dicen que tiró sólo una vez entre los tres palos de Vaclik; imagino que se refieren al cabezazo de Borja Iglesias.
- Me quedo con una frase de mi compañero Fran Delgado, la cual considero que resume a la perfección lo que le ocurre al Betis esta temporada: «El Betis es, por nombres, más bonito que bueno».
- En lo táctico, entiendo que Rubi erró en su planteamiento inicial, en el que descartó los tres centrales y optó por una presión adelantada e intensa desde el primer instante. Al menos en teoría, pues el Sevilla FC de Lopetegui, con su 4-3-3 característico, se fue haciendo poco a poco con el control del balón y el partido hasta el punto de que el Betis se convirtió prácticamente en mero espectador sobre el campo. Tampoco lo arregló el preparador verdiblanco con los cambios.
- La ausencia de Suso, por problemas físicos, devolvió a Ocampos a la derecha, donde continuó su idilio con el gol -de penalti-. También asistió a Fernando. Menos me gustó la presencia de Óliver en el centro. Acertada, en principio, creo que acabó ralentizando en exceso el juego sevillista cuando tenía el balón en los pies. Y de eso, quizá, pecó también el Betis. Nadie generaba juego y Guido, más aplicado en la destrucción, siempre llegaba un segundo tarde.
- En definitiva, un derbi más bien malo, que no fue grande ni normal. Hay quien habla de baño del Sevilla FC, aunque yo no lo vi tan claro pese a su superioridad. Un baño sin necesidad de mojarse, quizá. Y eso dice muy poco de un Betis que aún sueña con meterse en Europa.
¿Penalti?
PD: La magnífica fotografía que ilustra el post es propiedad de Fran Santiago